El arte en la luz, la luz en el arte.
La pintura como inspiración, referencia constante.
Luz teatral, nacida para el escenario.
Luz de corte sartorial, un traje a medida para la obra de arte.
Iluminación como síntesis y sustracción.
Un recorrido, una narración a través de la luz que se remonta a la etimología de la palabra «foto-grafía» - escribir con luz - para profundizar y comprender la importancia de la relación que une la luz de Davide Groppi con el Arte.
RECORRIDO #1 | LA LUZ DE DAVIDE GROPPI Y EL ARTE
RECORRIDO #2 | ILUMINAR EL ARTE
Luz que se halla en el interior de las obras, que se convierte en una marca del estilo del artista, desde la luz etérea del Guercino hasta la revolución «caravaggista», que desgarra de forma plástica los cuerpos desde la oscuridad con una luz dramática y profundamente teatral.
Y también la luz como una cuchilla, corte del lienzo, en Fontana, explosión de iridiscencias en Kandinsky, luz pictórica para iluminar los paisajes metafísicos de De Chirico, luz que se multiplica y refleja en los espejos de agua de Monet y Canaletto.
La luz inunda, acaricia.
Subraya, exalta y revela.
Da profundidad e intensidad a miradas, silencios, palabras, en un continuo arte de seducción.
En la dualidad eterna entre luz y oscuridad se oculta el significado mismo de la existencia, la dicotomía entre el bien y el mal, el tiempo para trabajar y el tiempo para descansar, alegría y tristeza.
El arte siempre ha sido cómplice y compañera de la labor de Davide Groppi.
Su manera de «concebir la luz» es una constante reflexión sobre las obras de los grandes artistas, con el objetivo de realizar una trayectoria emocional capaz de revelar nuevos puntos de vista, ángulos inesperados, detalles sorprendentes.
La inspiración en la luz teatral y dramática de Caravaggio, una luz cinematográfica, foto-gráfica, con los personajes que parecen salir de la oscuridad, fue desarrollada por Davide en «Luz en el plato»
La luz convierte la mesa del restaurante en un escenario, un plató, un lugar de encuentro y seducción, la unión entre el sentido de la convivialidad y la belleza.
La luz se sube al escenario y se convierte en un ingrediente del plato.
La cena se convierte en una experiencia completa, en una emoción multisensorial.
Lámpara Ovonelpiatto - Proyesto Ristorante Le Calandre, Rubano
Los colores de Picasso se manifiestan con Pablo, un lienzo de luz que se convierte en una obra en sí misma, contradiciendo el concepto de iluminación: la lámpara se ilumina a sí misma, se convierte en un cuadro, en un objeto de arte y contemplación.
En Masai, inspirado en las «figuras esbeltas» de Alberto Giacometti, se llega al cierre ideal del círculo: el reto, en este caso, es iluminar el arte.
Una luz destinada a realzar las obras de pintura y escultura no debe ser protagonista, sino un generoso actor secundario que se pone al servicio de la obra. «Masai» es un hilo tendido, ligero, una línea casi invisible que ofrece una luz delicada, discreta, lateral.
Con «Masai», entra en la obra de Davide Groppi la profunda reflexión sobre los conceptos espaciales de Lucio Fontana, un artista que ha liberado una nueva dimensión del arte, que va más allá del cuadro, hacia un lugar desconocido y fascinante.
A partir de este punto, comenzó un trabajo continuo de sustracción, de desmaterialización del objeto lámpara hasta hacerlo casi desaparecer, fuente de luz inesperada, enigma luminoso que revela sin revelarse a sí mismo.
Al igual que Infinito, solo una traza, una esquirla de luz pura, una abstracción, una finísima cinta que corta el espacio; o Nulla, tal vez el punto de llegada ideal de esta trayectoria, en el que la fuente, la lámpara, sencillamente desaparece, se convierte en un simple punto en el espacio, dejando la escena a una danza luminosa de sombras vibrantes, bañadas por una luz mágica.
Lámpara Pablo - Diseño de Davide Groppi 2015
Lámpara Masai - Diseño de Maurizio Mancini 2015
Lámpara Infinito - Diseño de Davide Groppi 2016
Textos de Michele Mingrone
