La pintura fue comprada por el coleccionista Giuseppe Ricci Oddi en 1925 y desde entonces se ha conservado en la galería homónima, en Piacenza.
En 1996, se descubrió que el retrato era en realidad una versión repintada de una obra perdida de Klimt, una dama con un sombrero, expuesta una sola vez, en 1912, en Dresde y que desapareció cinco años después.
En 1997 el cuadro fue robado a la galería y luego se encontró por casualidad en 2019; se expuso de nuevo el 28 de noviembre de 2020, en un contexto dedicado para el que hemos realizado la iluminación.
Es sobre todo en estos casos que nos planteamos la cuestión de la luz artificial. ¿Bajo qué luz pintó Gustav Klimt «Retrato de una dama»? ¿Y cómo iluminaría su obra maestra?
Nos acercamos al lienzo con delicadeza y coherencia filológica.
Considerando la disposición, hemos reducido lo máximo posible la sombra del marco sobre el lienzo, hemos eliminado los reflejos de la pintura al óleo y hemos reproducido de manera realista los pigmentos.
Es uno de esos trabajos que denominamos de luz absoluta.
El sistema de iluminación diseñado corresponde al mínimo posible. Solamente luz pura.
Una luz muy suave en la parte trasera del lienzo para resaltar las marcas del tiempo, los sellos, las anotaciones, y un pequeño proyector que parece un micrófono para iluminar el cuadro, con la intención simbólica de dar voz a la Dama después de años de silencio, oscuridad, olvido.
En el local, una suave luz indirecta para capturar la belleza de la Galería Ricci Oddi.
PROYECTO KLIMT
Galleria d’Arte Moderna Ricci Oddi
29121 Piacenza, Italia
© Galleria Ricci Oddi y Fondazione Klimt
Photo credits: Fausto Mazza
